Me gustaría hablar de la Fe que vence al mundo, tal y como lo expresan los primeros cinco versículos del quinto capítulo de la primera carta de Juan.
¡Creo que este tema es realmente apasionante, porque nos muestra el poder que tiene nuestra fe para romper los moldes, las ideas y las mentiras de este mundo en nuestra vida, y darnos una vida victoriosa en Cristo!
Este pasaje empieza diciendo: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios…” (1 Juan 5:1).
Este versículo es precioso porque está indicando que, cuando decidimos dar el paso y creer que Jesús es el Señor, el Salvador, el Mesías prometido, Aquél que ha muerto en la cruz en nuestro lugar… es en ese momento de fe auténtica cuando experimentamos esa nueva vida que proviene de Dios.
Es el nuevo nacimiento del que Jesús habló aquella vez con Nicodemo (Juan 3:3), o, como lo expresa este pasaje: es cuando “nacemos de Dios”.
Me gustaría notar un par de cosas de este pasaje:
- Primero, cuando este versículo habla de creer que Jesús es el Cristo, no es una mera creencia intelectual: está conectado con una fe viva, que recibe a Jesús como Aquél que puede realmente salvar.
- Y segundo, que cuando recibimos a Jesús con esa fe viva, experimentamos ese “nacer de Dios”: Es decir, Él renueva nuestra vida por completo, y se convierte en nuestro Padre. ¡Recibimos Su Apellido como hijos suyos amados.
¡Wow!, ¡eres nacido de Dios! No eres un accidente ni una casualidad: Llevas Su Nombre en ti, y Él te ha dado una nueva vida en base a tu Fe en Cristo.
