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¡Tengamos su actitud!

¿Cómo puedes adoptar la misma actitud que Jesús? Primero, reconoce que Él es tu Señor; segundo, renuncia a tus propios privilegios. La meta es siempre ser como Él. Cuando optas por hacer el bien en lugar del mal, mantener la calma en vez de responder con ira, y buscar la paz en lugar de la confrontación, allí estás reflejando la actitud de Jesús. A menudo, estas decisiones se toman en pequeñas situaciones cotidianas”

Me ha pasado en alguna ocasión enterarme de las críticas que alguna amiga ha hecho hacia mi persona. Mi primera reacción natural es enojarme y guardar la ofensa en mi corazón. Sin embargo, es en esos momentos que Jesús me anima a actuar con su misma actitud: perdonar y seguir adelante. 

Jesús nunca se enfocó en sí mismo, como dice su palabra en Filipenses 2:8 (RVR1960): “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Su obediencia estuvo motivada por el amor. 

¡No puedes lograrlo sin tener una relación con Jesús! Solo su gracia te capacitará para seguir sus pasos. Estar completo en Cristo significa que eres perfecto en su perfección. ¡Sé obediente por amor! Refleja su actitud en cada aspecto de tu vida. 

Te propongo reflexionar sobre una situación específica en la que te resulte difícil adoptar la actitud de Jesús, imagina cómo actuaría Él en ese momento y pídele a Dios que te guíe hacia una actitud que refleje la compasión, el perdón y el amor que caracterizaban a Jesús. 

Oremos: “¡Padre, gracias por el ejemplo que has dejado! Soy tu seguidor/a, te pido que en cada momento de mi vida pueda tener tu actitud. Ayúdame y enséñame tus caminos. Gracias porque enviaste al Espíritu Santo para ser mi amigo y guía. Te bendigo, Jesús. Amén.” 

¡Busca a Dios para tener la misma actitud que tuvo Cristo!

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