¿Estás pensando en rendirte ahora mismo? ¿Te sientes agotado/a por seguir intentándolo? Quiero recordarte que no todo está perdido; continúa avanzando y alcanzarás la meta que te has propuesto.
Tú y yo sabemos que el camino ha sido difícil; las pruebas de la vida pueden desanimarnos y agotarnos. Pero ánimo, Jesús está contigo y comprende el momento por el que puedas estar pasando. Él está dispuesto y listo a renovar tus fuerzas.
Perseverar en medio de las pruebas y dificultades es una de las tareas más difíciles de lograr. Lo sé por experiencia propia. Entiendo lo complicado que puede ser mantener la perseverancia cuando las cosas no salen como esperas, o cuando estás lidiando con la ansiedad, la tristeza o incluso con las dificultades en las relaciones humanas.
Sin embargo, mira lo que el Señor dice en Santiago 5:10-11(RVR1960): “Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”
Es cuestión de seguir adelante a pesar de todo. Aquellos que atraviesan dificultades y padecimientos son más que bienaventurados, ya que al final recibirás la recompensa del Señor, ¡que será maravillosa! porque tienes un Padre misericordioso y compasivo.
Haz de la perseverancia una virtud fundamental en tu vida, ya que te ayudará a no desfallecer en tiempos de dificultad, y te permitirá cosechar todo lo que has sembrado.
Por lo tanto, una forma efectiva de empezar a practicar la perseverancia es recordar las promesas que Dios tiene para tu vida. Medita en ellas, repitelas creyendo firmemente que lo que Él ha prometido se cumplirá.
Te aliento a seguir adelante, ¡Jesús está contigo! Persevera y triunfarás