+ Fe

Una promesa segura

Imagínate un mundo donde las promesas se desvanecen con el viento y la lealtad es una moneda devaluada. En medio de este mundo tumultuoso, la fidelidad de Dios brilla como un destello de esperanza. Él es constante cuando todo lo demás parece desvanecerse. Te llama a la comunión con su Hijo, Jesucristo, como una invitación a una relación íntima y duradera.

Pero, ¿qué significa realmente esta comunión con Cristo? Va más allá de simples palabras o rituales. Es una conexión profunda, una unión del alma con el Salvador. Allí encontrarás consuelo en tiempos de angustia, dirección en tiempos de confusión y esperanza en medio de la desesperación.

En la calidez de su presencia, su bondad se desborda, revelándose en cada rincón de mi ser. Es por eso que cada mañana, con un corazón lleno de gratitud, me sumerjo en el dulce encuentro con mi Amado. En esos momentos preciosos, encuentro mi ancla en la certeza de su amor inquebrantable por mí. Especialmente cuando el día se presenta como un desafío imponente, sé que en su abrazo encontraré la fuerza y la guía que necesito para enfrentar cualquier adversidad.

Tienes una promesa: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.” 1 de Corintios 1:9 (RVR1960)

Este versículo te recuerda que tu comunión con Dios está arraigada en su fidelidad. Él te llama a esta comunión, no porque seas perfecto, sino porque Él es bueno. Te conoce en totalidad, con todas tus fallas y debilidades, pero aún así, te invita a que te acerques, ¡su fidelidad trasciende las limitaciones humanas!

Hoy, puedes confiar en que Él cumplirá todas sus promesas. En los momentos de duda o temor, recuerda que ¡Dios es fiel!

Oro, que puedas cultivar una relación más profunda con Él, buscando su rostro y confiando en su bondad en todo momento

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