¿Te encuentras con desafíos que parecen insuperables? Los israelitas también enfrentaron gigantescos problemas, tales como las murallas de Jericó. Pero así como Dios prometió a Josué la caída de Jericó, Él te asegura la victoria sobre tus propios gigantes.
Miremos en la Biblia, Josué 6:2-5 (RVR1960): “Tú y tus soldados marcharán una vez alrededor de la ciudad; así lo harán durante seis días. Siete sacerdotes llevarán trompetas y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando todos escuchen el toque de trompeta, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán y cada uno entrará sin impedimento.”
El arca, símbolo de la presencia divina, te recuerda que Dios está contigo en cada paso del camino.
Las trompetas, instrumentos de proclamación, te llaman a confiar en su poder. Y tú clamor de adoración, revela tu fe, en que Dios es capaz de derribar los muros más imponentes de tu vida.
Entonces dime ¿cuál es tu gigante? ¿Cuáles son los muros que necesitas que caigan? Sea cual sea, recuerda que con Dios a tu lado, ningún obstáculo es demasiado grande. Levanta tus ojos hacia Él, adoralo con todo tu ser y declara su poder sobre tu situación.
Te invito a que en este día comiences a alabar a tu Dios, si no sabes como comenzar, los Salmos están llenos de inspiración y te guiarán en tu adoración. Y mientras te sumerges en la presencia de Dios, ora con fe, porque Él es el Dios de lo imposible, el que transforma lo que parece irremediable en victoria.
Pido a Dios que esas murallas caigan y que conquistes tus gigantes, porque el mismo Dios que derribó las murallas de Jericó está contigo, obrando milagros a tu favor.