- Esa es la principal tarea del jefe máximo del Centro Democrático después de la Semana Santa. De lo contrario, el incendio en su partido podría pasar a mayores de cara a 2026.
El Centro Democrático, el partido que dirige el expresidente Álvaro Uribe, tiene un serio problema de cara a 2026: las divisiones internas entre los precandidatos presidenciales, que buscan quedarse con el cupo único para competir por la Casa de Nariño.
La puja por la candidatura única, que no es nueva en el partido y que se repite cada cuatro años, sube de nivel con el paso de los días y Uribe, con la prudencia que lo caracteriza, guarda silencio.
La pelotera entre ellos tiene dos bandos. Uno, en el que está Miguel Uribe, el joven bogotano que llegó al partido hace menos de cinco años y quien cada vez luce más solo en la colectividad; y el otro, que abarca a María Fernanda Cabal, Paola Holguín, Paloma Valencia (a quienes Uribe llama las generalas) y Andrés Guerra.
Todos se quejaron por la forma como Uribe —el precandidato— llegó al partido, las preferencias que tiene el expresidente con él (lo puso a encabezar la lista al Senado) y las movidas políticas del candidato para convertirse en el representante único del uribismo de cara al 2026.
Cabal, por ejemplo, ha rechazado la forma como Miguel Uribe está invirtiendo hasta 100 millones de pesos cada mes en su campaña a la Presidencia, cuando el Centro Democrático y el propio Álvaro Uribe han promovido reiteradamente la necesidad de la austeridad.
“Uno tiene que ser respetuoso con el partido, que dé ejemplo de austeridad. No podemos hacer lo que reprochamos en otras campañas. La plata se tiene que respetar”, afirmó Cabal.
Paola Holguín es la otra precandidata presidencial. Aunque es prudente, también está incómoda con las movidas de Miguel Uribe. Recientemente el joven bogotano realizó un evento en Antioquia, donde está el fortín político de Holguín, y dijo públicamente: “Antioquia ya escogió”.
Las diferencias entre el grupo mayoritario de precandidatos presidenciales y Miguel Uribe viene desde el segundo semestre de 2024. A Uribe Turbay lo señalan de filtrar una encuesta cuyos resultados lo favorecían y que había sido financiada por un empresario cercano a él.
El expresidente Álvaro Uribe y el fuego amigo que deberá apagar al interior del Centro Democrático
